"CHEVA" EL AMO DEL ARCO PORTEÑO
Sebastián Mantilla, en José Gálvez FBC y Deportivo Siderperú era titular indiscutible
¿Cuándo empezó su vida en el futbol?
A los 17 años en los Diablos Rojos de Chimbote, era el semillero del Strong Boys, fui cuatro veces campeón. Luego pasé al Gálvez y Siderperú. Con ambos jugué finales de la Copa Perú.
Entre el Gálvez y Siderperú, ¿con cuál equipo se queda?
Con los dos. Con Gálvez llegué al futbol profesional. A Siderperú le tengo un enorme agradecimiento, me dio trabajo, aseguré mi futuro y hoy soy jubilado.
¿Un compañero que le dio confianza en su defensa?
Con "Papi" Ostolaza, mi respeto a él, fue un caballero en el campo, me daba tranquilidad.
¿El delantero más peligroso?
Fue el "Cholo" De los Santos, jugaba en el Bolívar, tenía un remate muy fuerte, de tiro libre o en movimiento te metía un zapatazo.
Cuando pasó de la franja a la naranja, ¿tuvo problemas con los hinchas?
Nunca los tuve, los hinchas de ambos equipos me respetaron, hasta hoy por las calles me saludan.
¿Su mejor amigo o compañero en el futbol?
Me quedo con Lucho Palomino, es un gran tipo, un amigo dentro y fuera del campo, es muy tranquilo.
¿A quién admiró "Cheva" Mantilla?
A Rafael Asca, un señor arquero, iba bien en las salidas, en los cortes, en el juego aéreo, era bien seguro.
¿El momento alegre y triste como jugador?
Cuando llegué con Gálvez al futbol profesional, era una satisfacción personal ver la alegría en el pueblo. Lo triste fue mi despedida, a los 45 años jugué mi último partido con Sider en la final de la Copa Perú, en Lima.
¿Porqué se recuerda mucho al Gálvez de los '70?
Porque era un grupo humano muy unido, ese equipo venía jugando cinco años juntos, el pueblo se identificó con nosostros porque todos éramos de Chimbote, nos entendíamos casi a la perfección, jugábamos de memoria, además que el técnico Aparicio llegó bien a nosotros, también fuimos el primero en llegar al futbol profesional y eso no se olvida fácilmente.
¿Usted estuvo en ese equipo con Cueto, La Fuente y Sartor?
Claro que sí, pero a Otorino Sartor era bien difícil banquearlo, él venía de la Selección Nacional que luego fue campeón de América.
¿Sus mejores entrenadores?
Con Luis Alva Yépez, un gran profesor y el paraguayo Ortega.
En su época, ¿con quiénes luchaba el puesto?
Con muchos arqueros, recuerdo más con Ricardo Pérez en Sider y Miguel Dietz en Gálvez.
(Fuente: Revista Olé, 2006, abril, Nº 23)
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Acerca de Cheva mantilla, en el barrio de "Huanchaquito" lo conocen como “El Sordo", una vez (en los años ‘60s) tapando por el Strong Boys recibiò una patada por la oreja. El Cheva era arriesgado, ágil y valiente, lo malo era que no gritaba, era callado.
ResponderBorrarEn ese tiempo tambien habìa un buen arquero llamado Lucho Sànchez, era mas gritòn y mandaba bien a su defensa. Este arquero era hermano de "Mundiche", quien era puntero izquierdo y era un caballero dentro y fuera de la cancha, cuando el arbitro le llamaba la atenciòn, bajaba la cabeza y con las dos manos atràs asentía a todo lo que el arbitro le decía. Ellos tenían más hermanos, uno era Tito, dirigente y patròn de lancha, en esa èpòca era bien conocido. El otro hermano era Manuel Sànchez marcador izquierdo que luego jugò por el Sport Boys del Callao.
Hablando de jugadores caballerosos, te diré que en el Amèrica de Samanco habìa un puntero derecho llamado Don Justino Aponte, todo un caballero dentro y fuera de la cancha, cuando un arbitro le llamaba la atenciòn por mal juego o choque, éste se quitaba la gorrita, la ponìa en su pecho, bajaba la cabeza, y asentìa a lo que el arbitro le decìa, lo mas curioso era al jugar, para que le pasen la pelota silbaba fuerte, tenìa carrera y una patada bien fuerte.
Me despido
Pedro Haro.