DON HONORIO GOZZER PIZARRO
Por: Eduardo Quevedo Serrano
Honorio Gozzer Pizarro (1924-1971) |
Desafortunadamente, ambos sucesos fueron de triste recordación.
Aquel día, en el estadio Vivero Forestal de Chimbote, el José Gálvez FBC se enfrentó a los Diablos Rojos de Chiclín por la etapa regional de la Copa Perú.
En este partido, el Gálvez pudo haber ganado o empatado para clasificarse a la Gran Final de Lima, pero, contra todo pronóstico, perdió.
Y, ese mismo día murió don Honorio Gozzer Pizarro de un infarto al corazón. Él era un hombre vinculado al José Gálvez FBC desde la fundación del equipo, como club Manuel Rivera, en 1951.
Estos acontecimientos estuvieron bastante relacionados entre sí.
El domingo 11 de abril de 1971, don Honorio estuvo en el estadio. Y la idea general en Chimbote siempre ha sido que un ataque cardíaco fulminante acabó con su vida debido a que el club de sus amores era derrotado en el terreno de juego.
Incluso, al día siguiente, un diario de circulación nacional publicó una nota de ambos hechos con el titular: “Goles que matan”.
Aquel domingo también estuve en el estadio, tenía entonces diez años de edad.
Pero mi recuerdo de lo que ahí ocurrió fue siempre diferente de la versión que, a través de los años, ha sido aceptada por el común de la gente.
Ese día yo miraba el partido desde la tribuna popular sur y recuerdo que durante el entretiempo un rumor se apoderó del estadio. Los aficionados decían que un dirigente galvista estaba muriendo de un ataque al corazón en la tribuna de preferencia.
Desde mi ubicación pude ver ciertos ajetreos inusuales en aquella sección de la concurrencia, y queriendo presenciar las cosas con mis propios ojos, me abrí paso con dirección a la malla metálica que separaba a ambas tribunas, luego traté de escalarla, pero no pude lograr mi cometido debido a la gran cantidad de gente que aquel día abarrotaba el estadio.
Hacia el final del partido las radios locales confirmaron que el dirigente galvista había fallecido en una clínica local.
Sin embargo el paso de los años fortaleció la idea popular que el hombre murió en el estadio como consecuencia directa de la derrota galvista.
Yo mismo había empezado a tener dudas de mis remembranzas originales de aquel suceso de 1971.
Yo mismo había empezado a tener dudas de mis remembranzas originales de aquel suceso de 1971.
Razón por la cual, durante mi última visita a Chimbote realizada entre julio y agosto del año 2010 en curso, uno de los puntos de mi agenda fue precisar las circunstancias en las que falleció el dirigente galvista.
Con este objetivo en la mente, visité por varios días la Quinta Gozzer en la cuadra siete del jirón José Olaya de Chimbote, y conversé con diversos familiares de Honorio Gozzer Pizarro.
En forma especial tuve largas horas de tertulia con don Santiago Gozzer Pizarro, hermano menor de Honorio, quien a sus 84 años de edad conserva la memoria y los recuerdos en forma inmejorable.
Lo que sigue a continuación es una síntesis de la vida, y pormenores de la muerte del personaje que nos ocupa.
Tiempos de la juventud en la Marina de Guerra del Perú |
Su padre fue Roque Jacinto Gozzer del Pratt, nacido en Pacasmayo, La Libertad el 16 de agosto de 1893 e hijo, a su vez, de don Giovanni Gozzer Gozzer, un ciudadano de origen europeo quien vio la luz el 7 de marzo de 1872. La madre de Honorio fue doña María Clotilde Pizarro Gonzales, natural de Nepeña, Santa, Ancash, cuyo nacimiento se registró el 3 de junio del año 1900.
Don Roque y doña María Clotilde, padres de Honorio, tuvieron diez hijos. Estos fueron: Ana María, Juan Raúl, Honorio Ignacio, Víctor Santiago, Domingo Jacinto, Elisa Alejandrina, Olinda Emilia, Víctor Antonio, Santos Brucela y Walter Augusto.
Así mismo, don Roque, junto a la señora Tomasa Luzmila Teruel Amesquita, tuvo dos hijos más: Roque Arístides Gozzer Teruel y Nelly Constanza Gozzer Teruel.
En 1928 la familia Gozzer Pizarro se mudó de la calle Manuel Ruiz a la séptima cuadra del jirón Olaya.
Don Roque Gozzer del Pratt, padre de Honorio, trabajó como mecánico especializado en el sistema de frenaje de trenes de carga de la empresa ferroviaria que con los años devino en propiedad de la Corporación Peruana del Santa. Y con posterioridad a su primera ocupación trabajó como estibador en el puerto de Chimbote. Doña Clotilde Pizarro Gonzales se encargó de los quehaceres del hogar.
El joven Honorio realizó sus estudios primarios en la Escuela Primaria Fiscal Nº 313, ubicada en la tercera cuadra de la avenida Francisco Bolognesi de Chimbote.
Honorio se enlistó en la Marina de Guerra del Perú, y más adelante trabajó en el rubro de la carnicería, siendo ésta la principal ocupación durante la mayor parte de su vida adulta.
El 6 de enero de 1967, Honorio se casó en la ciudad de Trujillo, departamento (región) de La Libertad con doña Flor de María Gonzales Rodríguez, una dama trujillana nacida el 12 de septiembre de 1938.
El 6 de enero de 1967, Honorio se casó en la ciudad de Trujillo, departamento (región) de La Libertad con doña Flor de María Gonzales Rodríguez, una dama trujillana nacida el 12 de septiembre de 1938.
Honorio y Flor de María tuvieron tres hijos: Wilfredo, Eduardo y Patricia.
En 1951, don Honorio y la familia Gozzer Pizarro participaron activamente en la fundación del club Manuel Rivera, embrión inicial que posteriormente daría origen al José Gálvez FBC.
Julio de 1970 - Jimbe, Ancash, Perú De izquierda a derecha: Ana María Gozzer Pizarro, Noemí María Rivera Valderrama, Flor de María Gonzales Rodríguez y Honorio Gozzer Pizarro |
Lamentablemente, en su vida adulta, Honorio Gozzer desarrolló una enfermedad cardíaca. Y antes de 1971 ya le habían sobrevenido dos infartos.
Por este motivo, sus médicos le prohibieron participar de eventos que normalmente podrían producir fuertes emociones, tales como presenciar partidos de fútbol, o escuchar las transmisiones radiales de los mismos.
Razón por la cual don Santiago Gozzer Pizarro hacía dormir a su hermano Honorio con una dosis de diez miligramos de valium, cada vez que el José Gálvez FBC disputaba un partido de “vida o muerte”.
Pues bien, el domingo 11 de abril de 1971 el equipo de la franja roja jugaba un encuentro de “vida o muerte” ante los Diablos Rojos de Chiclín en el gramado del estadio Vivero Forestal de Chimbote.
Pero ese día don Santiago no pudo hacer dormir a su hermano Honorio, y éste asiste al estadio.
Una vez en el recinto deportivo, Honorio se dedicó a ayudar en la boletería de la tribuna de preferencia con la venta de entradas para el encuentro. Ese día el estadio estaba completamente lleno, e iniciados los primeros minutos del partido, los aficionados seguían comprando boletos e ingresando al escenario.
Hacia el final de la primera mitad de la contienda, Honorio reunió el dinero de la recaudación y se encaminó con dirección a la tribuna de preferencia para ver al Dr. Marco Antonio Cavero Solórzano, y entregarle lo recaudado.
Hacia el final de la primera mitad de la contienda, Honorio reunió el dinero de la recaudación y se encaminó con dirección a la tribuna de preferencia para ver al Dr. Marco Antonio Cavero Solórzano, y entregarle lo recaudado.
Pero de pronto Honorio no se sintió bien y, por unos momentos, se tomó un descanso sentado sobre un lote de planchas Eternit apiladas en el suelo de un área adyacente a las boleterías.
Una persona que se hallaba junto a él, corrió a alertar a sus familiares quienes se encontraban mirando el partido desde el palco preferencial.
Es así como Víctor Antonio Gozzer Pizarro, hermano menor de Honorio; Rubén Pizarro Carbajal, tío de Honorio; y el farmacéutico Luis Díaz Romero acuden a su encuentro.
Honorio se quejaba de fuertes dolores en el pecho.
Los familiares inmediatamente lo evacuaron a la clínica San Carlos de la localidad.
En ese momento no había cardiólogo alguno en la clínica y el paciente fue visto por un gastroenterólogo.
Este médico diagnosticó que Honorio padecía de úlceras y recetó medicinas para tal efecto. Los medicamentos prescritos estaban descontinuados, y no pudieron ser hallados en las farmacias locales.
Mientras tanto en el estadio Vivero Forestal empezaba el segundo tiempo del encuentro, y el marcador permanecía cero a cero.
Con este resultado el Gálvez se clasificaba, pero el equipo no estaba brindando una buena actuación.
En la clínica San Carlos, un aparato receptor de radio transmitía el partido, pero Honorio no lo escuchaba, él se encontraba inconsciente. En realidad, el dirigente galvista no era víctima de úlceras, sino que se encontraba bajo el trance de un ataque cardíaco.
Y, coincidentemente, en ese momento, un cardiólogo ingresa a la clínica.
En el estadio, los Diablos Rojos de Chiclín tenían la iniciativa del juego, y desde el inicio de la etapa complementaria continuaron su ataque sobre la portería galvista.
En el dispensario el cardiólogo trataba de ayudar a Honorio.
En el gramado de juego el constante asedio ofensivo de los trujillanos halló el camino del gol a los dieciséis minutos: Lorenzo “Lolito” Paredes Alfaro enmudeció a las tribunas del estadio con un potente disparo de volea a media altura y cruzado de derecha a izquierda. Único tanto del partido. El equipo de la franja roja no encontró la manera de recuperarse.
El narrador deportivo cantó el gol en el radio ubicado en la clínica San Carlos. Pero Honorio Ignacio Gozzer Pizarro nunca lo escuchó.
Él ya no estaba más en este mundo.
Su azaroso corazón había cesado de latir.
Y el cuadro galvista perdía en la cancha del Vivero Forestal.
Un manto de tristeza se alzó sobre Chimbote.
Cuarenta y ocho horas más tarde, tambores de guerra sonarían en el estadio Lolo Fernández de la "U" en Lima.
En aquel escenario capitalino, el Gálvez y los Diablos Rojas jugarían un encuentro extra de desempate.
El día anterior a este nuevo enfrentamiento, un mar humano de gente acompañó en Chimbote las exequias de don Honorio Gozzer Pizarro. Sus restos mortales fueron cargados en hombros desde la cuadra siete del jirón Olaya hasta su última morada en el cementerio Divino Maestro de nuestro puerto.
En el partido extra de desempate jugado en Lima, el José Gálvez FBC derrotó a los Diablos Rojos de Chiclín, y se clasificó a la Gran Final de la Copa Perú.
El triunfo fue un homenaje póstumo a don Honorio Gozzer Pizarro.
Y este escrito es un intento por mantener viva su memoria.
New Hampshire, USA
Octubre, 2010
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Estimado Eduardo:
ResponderBorrarExtraordinario documento, que haces emerger desde la fuente misma de esta noticia; dije en su momento que este Blog, sería parada obligatoria (y especial) de investigadores y curiosos, este artículo me brinda la razón, gracias por ello.
Estuve aquel dia en el estadio, también en zona popular, todas las trasmisiones orales de aquella fecha (que fueron muchas), quedan aclaradas con el excelente relato, lleno de rigor que nos obsequias; una vez mas mi gratitud.
Tu bitácora enaltece a los que allí rindes homenaje, pero también debe ser orgullo de su autor.
Abrazos.
Motta.
MUY BUEN RECUERDO, ES ASI COMO SE HIZO EL JOSE GALVEZ FBC, GRACIAS A TI EDUARDO, AHORA SABEMOS MAS DEL JOSE GALVEZ FBC Y SUS FUNDADORES.
ResponderBorrarSEGUNDO.
Mi querido Eduardo, la narración de estos acontecimientos me remontan al pasado, tu magnífico estilo me ha trasladado a esas épocas. Yo también estuve muy triste por lo que pasó con este gran señor, tio de mi amigo Neto Gozzer Infantes y también con el José Gálvez equipo de nuestro pueblo. Tuve un sentimiento de dolor, eran unos partidos espectaculares, gracias por hacerno recordar estos hechos parte de nuestra historia
ResponderBorrarUn abrazo
Richard Martino
Un artículo bastante completo Eduardo.
ResponderBorrarGracias a TI (por confiar en MI), pues yo sabía sobre todo este contenido antes de su publicación en el Blog al coordinar los últimos detalles del mismo... Es asi como hice amistad acá en Chimbote, hace poco, con don Santiago Gozzer Pizarro, hermano menor de Honorio, quién a sus 84 años de edad es cierto como lo comentas, está lúcido al 100% y es un magnífico conversador.
Felicitaciones estimado Eduardo por esta crónica que rescata de alguna manera la historia de un personaje tan popular é identificado con el deporte chimbotano, incluso recuerdo que había un equipo en la liga que llevaba el nombre de Honorio Gozzer en la década del 80'.
ResponderBorrarGracias por compartir esta importante información con las nuevas generaciones que no la conocemos al detalle lo sucedido. Yo en ese entonces tenía 4 años de edad y en el transcurso del tiempo siempre escuché la versión de la gente que el señor Honorio Gozzer murió de un ataque fulminante al corazón en la misma tribuna del estadio,apenas el equipo de Los Diablos Rojos anotaron el gol.
Incluso recuerdo haber preguntado alguna vez si se paralizó el partido, por que las versiones eran esas. Sin embargo, hoy podemos realmente saber como sucediedió este lamentable acontecimiento.
Este hecho me trae la memoria lo que pasó hace tres o cuatro años atrás, cuando en el mismo estadio la Sra. Esperanza Rojas de Velez, una eterna dirigente del Club Unión Florida muere de un infarto en el Hospital del Seguro en Laderas tras ser llevada de emergencia víctima de las impresiones cuando estaba "dirigiendo" a viva voz a su equipo desde la banca de suplentes.
Te envío un abrazo y te reitero mi especial agradecimiento por compartirnos esta remembranza del fútbol local
Atte.
MIGUEL ÁNGEL KOO CHIA
Gracias por publicar este articulo sobre la vida de mi querido tio Honorio. El José Gálvez FBC corrió por sus venas y ahora, como siempre, corre por las mias, en nombre de sus hijos, el mio y de mi familia nuevamente muchas gracias.
ResponderBorrarAVE EDUARDO, estás cumpliendo tu objetivo, el que te propusiste al iniciar este blog.
ResponderBorrarEstás verdaderamente enriqueciendo los recuerdos de nuestro querido JOSE GALVEZ FBC.
Leyendo tu artículo me acabo de enterar de cosas que nuca supe, gracias por ello.
No hay dudas que éste va a ser el mejor blog del José Gálvez
y no creo que esté siendo subjetivo, mas bien objetivo
felicitaciones EDUARDO
MARCO ARROYO
Estimado lector:
ResponderBorrarDon Harry Christiansen, sobrino de Honorio Gozzer Pizarro, ha escrito una secuencia de memorias personales sobre el deceso de su tío, y ha tenido la generosidad de compartirlas con nosotros.
Por su valor documental y prolijidad de detalles, a continuación reproducimos la secuencia en forma íntegra, y a él le hacemos llegar nuestro agradecimiento.
El Editor.
-1-
ResponderBorrarZacaracatundra.
En el idioma filosófico de Walter Gozzer esta palabra tiene varias acepciones. Podría ser "eres un no sé qué", "te faltan algunos cromosomas", o "tienes caries en tus orejas y por éso cojeas". O cualquier cosa semejante. Lo cierto es que Walter tiene mucho de lo que tuvo Honorio, naturalmente; es creativo, con gran sentido del humor y optimista a tiempo completo.
Honorio Gozzer fué uno de aquellos patas que estaban contigos en las buenas y en las otras igualmente. Jovial y alegre caminaba un tantito [aló, mejías] encorvado con una tonelada de dorado optimismo en sus bolsillos siempre dispuesto a dar la mano aún en medio de penosa circunstancia. De jocosas ocurrencias e impromtus, era transparente, diáfano, abierto. Uno podía ver a travez de su mirada que su actitud sólo reflejaba lo que era su alma: franca y sin ambages.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
-2-
ResponderBorrarMi tío Honorio, el flaco, el ciego, el loco, era un tipazo. Gracias tío por lo mucho que me diste. Por lo mucho que distes.
A diferencia del abuelo Roque quien nos tuvo al breque a todos, aún al zamarro más esquivo y elusivo [tranquilo, Walter Augusto] pues aquel llevaba la responsabilidad de conducir la caravana de su numerosa familia, Honorio era, como he dicho, de un carácter extraordinariamente festivo, natural, además de honesto, sencillo y muy humilde. Yo lo conocí ,mejor, cuando regresé a la casa de todos luego de ocho años de ausencia por mi permanencia en la Marina. Fué entonces, en mi madurez, cuando pude percibir en amplitud la elevada calidad de su mencionado carácter que incidió perfectamente en mí. Lo reconozco, cambió mi actitud frente a lo que sería mi vida a partir de allí y, más tarde, cuando con Chabu fundamos nuestra propia familia.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
-3-
ResponderBorrarVamos allá, pues, lejos en el tiempo, cuarenta años antes. Inmediatamente después del terremoto del 31 de Mayo de 1970. Yo era delegado del Gálvez y, como tal, fuí convocado por el entonces Presidente de la Liga de Fútbol de Chimbote, Pedro Sarmiento Puente, también ex-pelotero, del otro rancho, la más chiquita a la altura de las orejas, como el tío Raulón; sí, también, créanlo, para reiniciar las actividades del año con los clubes que desearan participar aún cuando no teníamos paredes en el viejo canchón del Estadio Chimbote. [conocido como Estadio Vivero Forestal]. En gran mayoría nuestros jugadores habían evacuado la ciudad trasladándose con sus familias a otros lugares. Al comienzo fuimos solamente tres los clubes que empezamos a coordinar, luego se fueron sumando los demás. El hecho es que nuestros jugadores no tenían domicilio ni trabajo, ni los clubes dinero y menos los socios pues todos pasábamos grandes problemas. Recuerdo que acudí al tío Honorio quien sin cavilar me ofreció encargarse de la alimentación conjuntamente con el Paisa Zárate, otro personaaje con gran sentido altruísta. Así es que, entonces, su casa, con doña Flor, su esposa, al frente, se convirtió en la casa de pensión. Debieron haber habido otras personas que ayudaron a sustentar esta onerosa actividad que duró hasta el siguiente año cuando Gálvez ganó su incorporación al fúutbol profesional. De ésto poco o nada se sabe, pero allí está y bueno es recordarlo.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
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ResponderBorrarLo anterior como prolegómeno. Volvamos ahora al día del deceso en Abril del setenta y uno.
Yo era Delegado ante todas las instancias del fútbol y en esta calidad recibí el boletaje correspondiente. El tío Honorio era directivo y, adicionalmente, Jefe de Boleterías. La noche previa al encuentro, alrededor de una o dos de la mañana, estábamos los dos en la cocina de la vieja casa de mi madre ordenando los cartelitos que servían de ayuda en el instante de la venta. Recuerdo nítidamente que, como una premonición, le dije al tío "tengo un mal pálpito: creo que mañana vamos a perder el partido, pero el desempate lo ganaremos aunque juguemos en una balsa".
Nuestra serie contaba con cuatro equipos. Nosotros habíamos ganado la ida en el Mansiche de Trujillo, pero el Ugarte tenía un gran equipo muy experimentado, ganador, como que lo demostró venciéndonos en un gran partido.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
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ResponderBorrarDos ventanillas de venta de boletos en la parte norte del Estadio Chimbote, junto al Coliseo Paul Harris ubicadas en una cabina muy pequeña, con poco espacio y una presión constante de los aficionados por conseguir una entrada. El trabajo era agobiante y el ambiente dentro de la boletería se tornó irrespirable. El estadio estaba repleto cuando empezó el juego. Yo estaba sentado en la Mesa de Control dentro del campo. La nuestra era una cancha de las llamadas calientes, con la malla metálica muy cerca del campo de juego. Detrás mío, acuclillado tras el enrejado se hallaba el Dr. Marco Cavero , Médico Ad-honorem del Club, tratando de cualquier modo de seguir el partido. Recordemos aquí que no existían tribunas y tan solo una pequeñisima sólo para autoridades. Habían transcurridos algunos minutos del primer tiempo, no recuerdo cuantos, cuando alguien me dijo que al tío Honorio le había dado un ataque. Me dí la vuelta para pedirle a Marco Antonio que fuera a atenderlo pero él ya se había puesto en camino, luego, me hicieron saber que estaba siendo conducido a una clínica. Terminado el partido, habiéndose cumplido el mal presagio que tuve, después de la liquidación de gastos y contribuciones correspondientes, me encaminé a casa. Al llegar a la esquina lde Gálvez con Olaya ví una gran muchedumbre que cerraba la calle. Supe, entonces, que nuestro queridísimo tío Honorio había muerto. Se había ido el flaco.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
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ResponderBorrarEl nunca supo del resultado del partido a despecho de las escandalosas informaciones de los medios nacionales. La noticia, en consecuencia, dió la vuelta al mundo. La revista "Selecciones" también publlicó un artículo sobre el deceso adhiriéndose a esta triste ocurrencia. De Lima llegaron periodistas a buscarme como fuente para extender la nota. Yo los mandé de vuelta porque la noticia era que un celebrado deportista y dirigente del club galvista había muerto en las tribunas en el mismo instante del gol anotado por el rival, lo cual era falso.
En los años que he vivido y acudiendo a mis recuerdos encuentro que nunca un deportista chimbotero tuvo tanta nota el día de su muerte como la tuvo Honorio Gozzer Pizarro.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
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ResponderBorrarYo alcancé a verlo jugar. Fué en la canchita de Miramar, allá en el cincuenta. Yo era muy niño y junto al negro Walter (mi tío Walter Gozzer) no nos perdíamos un partido de aquellos. Allí pude ver al Banco Minero, Mer-Perú, Independiente, y otros ahora desaparecidos. Fué por aquellos años que vinieron a verlo de clubes capitalinos, entre éllos Alianza Lima. Para entonces ya el chino Manuel Rivera había sido campeón con el Muni, y junto a sus hermanos y los Capurro triunfaban en el fútbol peruano. Lo mismo hacía con gran suceso el famoso Tanque de Casma, Valeriano López Mendiola, sobrino de nuestra abuela Clotilde; así es que Chimbote sonaba por allá, y bien fuerte.
El flaco Honorio era un habilidoso nueve que volaba. Muy veloz, fuerte y goleador de potente pegada. También jugaba de puntero, igual. Pero él nunca quiso salir. Después enfermó, perdió la visión y terminó su carrera. Pero ésa es otra historia.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
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ResponderBorrarSus funerales se efectuaron al día siguiente (del deceso), lunes. El equipo del Gálvez debió viajar a Lima a jugar el partido de desempate dentro de las cuarenta y ocho horas. Y así fué. El martes por la tarde Gálvez en una jornada inspirada dentro de un encuentro muy disputado, frente a un grande, realmente gran equipo, obtuvo su derecho a participar en la gran final de la Copa Perú 1970/1971 ganándole al Alfonso Ugarte, los Diablos Rojos de Chiclín, en el Estadio Lolo Fernández de Breña, Lima, por el marcador final de uno a nada, con tanto anotado por el mocho Luces. Mi premonición se había cumplido, finalmente. El triunfo fué dedicado, por supuesto, al tío Honorio. Algunos días después, Gálvez conseguiría, en la Gran Final su clasificacion llevando por primera vez a Chimbote el fútbol profesional. Honor al Mérito.
Ahora, estoy seguro, el flaco está en la Gloria de Dios, bajo Su divina mirada. Y nosotros nunca lo olvidaremos.
HARRY VIEJO.
Hollywood, Florida, USA.
Magnifico.Me parece super poder conocer la historia por medio de tu blog.Una vez mas te felicito.
ResponderBorrarIsbel
Gracias por este articulo que me hacen recordar los momentos mas hermosos de mi niñez, yo vivia a pocos metros de la quinta gozzer y como comprenderan el JOSE GALVEZ FC ha sido parte de mi vida, y mis amigos los Gozzer con quienes hemos peloteado juntos vivimos de cerca estos momentos de DON Honorio.
ResponderBorrarFelicidades por este articulo, saludos a mis amigos de chimbote en especial a la familia Gozzer. Un abrazo
Todo Galvista debe saber ESTO...!!!
ResponderBorrarDebo felicitarte, por el famoso relato histórico, de un extraordinario personaje Don Honorio Gozzer. Y me siento identificado,por haber participado en el Club Deportivo que fundamos el año 1971 y que lleva su nombre.
ResponderBorrarMas conocido como el Poder Lila de chimbote.
Alberto Aguilar R. Vavá
Muchas gracias por la historia, con el permiso del autor lo vamos a compartir en la página de la Promoción 72 de la Escuela Gómez de Chimbote.
ResponderBorrarY tal como lo leí en la hemeroteca, El Faro publica que fue por un infarto y luego hicieron varios homenajes en su honor.
ResponderBorrarNo se como decirlo!!
ResponderBorrarCronicahistoria o una historia hecha crónica.
Este relato ya lo había leído hace algunos años.
Hoy lo leí como si fuera la primera vez,
Eso sentí.
La pulcritud de tu relato, me lleva a sentir como que siempre estabas en la linea del tiempo, con la exactitud de tu esfuerzo.
Historia relatada desde un palco sin pagar entrada, pero comentada así, es la historia quien te debe la entrada querido amigo escritor.
Bien Ed!
Buenas noches amigo escritor Eduardo!!
Tus relatos son bien bonitos Eduardito. Son parte de la historia de Chimbote y no pierden actualidad. Nos cuentas dos historias juntas al mismo tiempo y la emoción sigue hasta el final. Cuídate hermanito. Bendiciones
ResponderBorrarYa debería plasmarse en un libro que será el mejor de la historia del deporte del fútbol chimbotano en el tiempo de gaviotas.
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